El estudio confirma la viabilidad económica de la contribución del sector privado a los esfuerzos de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) del país, siempre que se instrumenten cambios estructurales que remuevan las barreras regulatorias, financieras y de infraestructura para favorecer las inversiones necesarias.
La conclusión del estudio es que si el sector privado mexicano invirtiera $18 mil millones de dólares en medidas de cogeneración eficiente (electricidad y de vapor); energías renovables (solar, eólica, mini-hidráulica y geotérmica); eficiencia energética y cambio de combustibles en industria, comercio y transporte, se podrían obtener beneficios económicos por $23 mil millones de dólares entre 2014 y 2020, equivalentes al 8% del crecimiento del PIB de México durante la última década. Estas medidas implican la reducción de 40 millones de toneladas de carbono anuales hacia el 2020.