La Crónica de Hoy, Nacional, pág. pp-7, Bertha Hernández.
Este lunes será llevada al pleno del Senado de la República, la Ley de Transición Energética, que lleva más de un año congelada. De ser aprobada, se establecerán las normas para la diversificación de la estructura energética nacional y la expansión de la industria de las energías renovables.
Contar con esta ley dará al gobierno mexicano las condiciones necesarias para el cumplimiento de los compromisos internacionales que ha suscrito en materia de mitigación de los fenómenos de cambio climático, cuya ratificación tendrá lugar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP21, que comienza mañana en París.
La Ley de Transición Energética es la pieza que falta para darle mayor alcance a la Reforma Energética, pues contiene el sustento técnico y jurídico necesario para la expansión de la industria de energías renovables.
Detenida en el Senado de la República desde hace más de un año, la LTE ha generado resistencias por parte de la industria acerera, que ha insistido en que aprobar la ley implicará el aumento del costo de la electricidad y que significará costos adicionales a la operación empresarial.
Del otro lado del debate, especialistas académicos y empresas insisten en que la aprobación de la LTE, además de generar el entorno propicio para el cumplimiento de los compromisos internacionales firmados por México para combatir el cambio climático, entraña la posibilidad de transformar el modelo de desarrollo nacional, mediante la diversificación de la estructura energética mexicana.
Hoy día, 80% de la energía que se consume en México proviene de combustibles fósiles (petróleo y gas natural). Los defensores de la LTE afirman que no se trata de sustituir al 100 por ciento el uso de combustibles fósiles por energías renovables, sino de diversificar la “matriz energética” y transformar el modelo de desarrollo.
También aseguran que de aprobarse la ley, las energías renovables (solar, eólica) no sólo generarán expansión y creación de empleos en corto plazo, sino que permitirán cumplir las metas de disminución de Gases Efecto Invernadero (GEI) que constituyen uno de los acuerdos internacionales fundamentales en la COP de París. La LTE establece que para 2024, 35% de la electricidad que se consume en México deberá provenir de fuentes renovables.
Fuente: La Crónica de Hoy