El País, Primera, pág. pp-4, Manuel Planelles
El cambio de la palabra “deberán” por “deberían” en la última versión del acuerdo contra el cambio climático firmado el pasado sábado en París permitió que Estados Unidos se sumara al pacto. La Administración Obama tenía problemas con la vinculación jurídica: no puede aceptar —entre otras cosas, porque no controla el Senado— que los objetivos de reducción de emisiones que debe acometer le vengan impuestos desde un tratado internacional.
Leer la nota completa AQUI
Fuente: El País