Una alianza y acciones emergentes por el crecimiento

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El pasado 15 de agosto, quedó constituido el Consejo Consultivo Empresarial para el Crecimiento Económico, órgano de consulta, vinculación y diálogo entre el Gobierno de la República y el sector empresarial.
En esta instancia participarán las distintas secretarías y dependencias involucradas con el ámbito económico y de fomento empresarial, junto con el Consejo Coordinador Empresarial y organismos y cámaras de la iniciativa privada.
Ambas partes buscamos formalizar y dar un impulso decidido a la alianza por el desarrollo nacional, en la que venimos trabajando desde el periodo de campañas electorales, en el 2012, cuando se suscribió la Agenda por México entre el sector empresarial y el hoy Presidente de la República. Se trata de afinar y dar proyección a las propuestas y compromisos de ese acuerdo, con la idea de traducirlos en proyectos de ley, políticas públicas, inversiones y programas sectoriales.
Desde diciembre, los encuentros se han multiplicado, con un diálogo ininterrumpido en diversos frentes prioritarios. Hemos logrado conciliar posiciones para alcanzar acuerdos, zanjar las diferencias que han surgido y construir soluciones conjuntas.
Con beneplácito, vimos el Pacto por México como el signo de una nueva fase en la política mexicana, de mayor voluntad para consolidar consensos. El 62% de sus compromisos coinciden con nuestra Agenda y hemos asistido al cumplimiento, en los hechos, de varios de los objetivos formulados.
Este es el caso de la reforma laboral y los trascendentes cambios constitucionales en educación, telecomunicaciones, competencia económica y Ley de Amparo, entre otros. En el Congreso se han presentado importantes iniciativas, como la de reforma financiera y las de transparencia y combate a la corrupción.
En el proyecto de reforma energética que acaba de presentarse vemos el potencial necesario para concitar acuerdos, enriquecerse con las otras propuestas sobre la mesa de debate y llevarnos a la aprobación de los cambios de fondo que urgen en este sector.
Con el mismo ánimo, estamos trabajando en los nuevos espacios que se han logrado para la sinergia público-privada, como la Comisión Intersecretarial para la Prevención y el Combate a la Economía Ilegal, el Comité Nacional de Productividad y ahora este Consejo Consultivo Empresarial para el Crecimiento Económico.
En este campo, tenemos confianza de que en México hay un importante proceso de transformación en marcha, y que de fortalecerse con las grandes reformas pendientes y otros esfuerzos, tiene el potencial de sentar las bases para un crecimiento sostenido al nivel que necesitamos: 6% anual, con al menos un millón de empleos formales cada año.
Desde luego, aún hay mucho por hacer para materializar este potencial, y que al fin podamos decir con certeza que hemos dejado atrás un largo periodo de crecimiento bajo e inercial.
A pesar de que en los últimos meses hemos visto un descenso constante en los pronósticos de crecimiento para este año, en el sector empresarial seguimos optimistas en cuanto a las expectativas a mediano y largo plazos. Consideramos que estas tendencias de corto plazo son de carácter coyuntural y externo, aunque vemos signos alentadores en variables como la creación de empleos en Estados Unidos.
Queremos que el Consejo Consultivo Empresarial para el Crecimiento dé resultados puntuales y rápidos. Por ello, de inicio hemos propuesto concertar un programa emergente de reactivación económica.
Los efectos sensibles de las reformas estructurales se darán en el corto, mediano y largo plazos, pero en este momento la economía nacional continúa contraída y con un mercado interno que crece muy lentamente.
México tiene a su disposición alternativas con efectos potenciales en lo inmediato, al mismo tiempo que se consolidan los cambios estructurales. Es pertinente y viable implementar acciones contracíclicas, con mayor inversión pública e incentivos para incrementar la inversión privada, y agilizar proyectos de infraestructura estratégicos con una política industrial más activa.
Con estos fines, hicimos entrega al Presidente de la República de un primer paquete de propuestas puntuales, el cual complementa el decálogo de medidas para incentivar el mercado interno que el CCE propuso recientemente al Consejo Rector del Pacto por México.
Se trata de 87 acciones específicas en 23 ejes transversales para detonar el desarrollo y el crecimiento en beneficio de todos los mexicanos. Medidas en áreas como apertura y desarrollo de empresas y fomento a la inversión, cadenas de valor, capital humano, desarrollo de vocaciones productivas y polos de competitividad, transporte y logística, crédito y abasto energético y de insumos, mejora regulatoria, entre otros muchos.
Estamos proponiendo acelerar los trabajos de un programa integral de desarrollo e inversiones para la región sur-sureste, con un Corredor Multimodal Transístmico. Instituir los presupuestos púbicos multianuales para proyectos prioritarios, y un Plan Estratégico de Infraestructura en telecomunicaciones, con mecanismos de coordinación entre operadores y entidades gubernamentales.
Proponemos un programa nacional de apoyo para la modernización de la infraestructura y servicios en municipios con vocación turística. Depreciación acelerada para proyectos de energías renovables o eco-eficientes y acometer áreas de oportunidad como relanzar al sector pesquero a través de la modernización de su flota y el rescate de la industria de astilleros.
Sugerimos apostar más a la investigación y desarrollo, con inversiones para articular una oferta integral de parques y centros tecnológicos, vinculados al sector productivo y a las universidades.
Estamos planteando un modelo colaborativo del sector empresarial, gobierno y universidades técnicas para la formación de Técnicos Superiores Universitarios y consolidar el sistema nacional de competencias del capital humano, al consolidar a CONOCER como institución tripartita.
Pedimos un esfuerzo para reducir tiempos y costos en operaciones de comercio exterior, con procesos uniformes y documentados. En el ámbito de fomento empresarial y ambiente de negocios, acciones como el expediente único y calificación inmediata en la banca de desarrollo, mayores recursos al fondo Pyme, un fondo de garantías para otorgar fianzas a proveedores y contratistas de gobierno, estímulos fiscales y medidas para facilitar la permanencia y maduración de nuevas empresas, así como consejos consultivos de mejora regulatoria en las entidades federativas y un Observatorio Nacional en la materia.
Es mucho lo que podemos hacer conjuntamente el gobierno y el sector privado. Para nosotros, el Consejo Consultivo es un signo claro de que el Gobierno Federal y la iniciativa privada en México estamos en sintonía sobre la convicción del momento decisivo que vive la nación y de la necesidad de seguir un enfoque mucho más proactivo en el fomento y desarrollo económico.
En esta tarea, reiteramos que México cuenta al 100% con el compromiso de sus empresarios.