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El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, al referirse a la polémica que ha causado la discusión del Seguro de Desempleo, señaló que este es un esfuerzo compartido tripartita aunque los recursos saldrán del ahorro del trabajador, quien debe expresar si está de acuerdo o no con la reasignación del tres por ciento de la aportación patronal a este nuevo beneficio.
Entrevistado en “Fórmula Financiera”, precisó que tras los ajustes a la iniciativa del Ejecutivo Federal, realizados en el Congreso de la Unión, será el trabajador el que tenga la palabra final respecto al uso de estos recursos, es decir, si se destinarán al seguro de desempleo, al fondo de vivienda o para su pensión, al momento de su jubilación.
Asimismo, indicó que el sector empresarial tenía varias consideraciones a este respecto, como es el hecho de que se ajustaran todos los programas de las entidades federativas a lo dispuesto en la Ley de Pensión Universal, a fin de evitar la duplicidad del beneficio; el que la administración del programa sea licitada para permitir la participación de entidades privadas; así como la importancia de cuantificar el costo de estos programas y sus implicaciones futuras en las finanzas públicas, tema que preocupa enormemente al sector.
“Al final empezamos con un programa acotado, con muchas restricciones pero pues así empezamos otros programas, como fue el Seguro Popular y otros, y ahora son cantidades realmente que pueden llegar a desequilibrar las finanzas públicas. No se cuestionan las bondades, simplemente que las finanzas públicas para un tema de estabilidad, es fundamental”, abundó.
Añadió que una de las modificaciones impulsadas por el Legislativo que tuvo un impacto positivo en los empresarios del país, fue el rebalanceo de las cuentas del Instituto Mexicano del Seguro Social, un tema muy sensible ya que para ellos no existía la neutralidad que se esperaba y representaba una erogación de más de seis mil 500 millones de pesos.
En este sentido, explicó que “al final se excluyó de la ley de Seguridad Social y es una propuesta que se había manejado desde el 2013, donde la propuesta original es que en este rebalanceo a partir de 3.6 veces salarios mínimos hacia arriba, hubiera aumentos de acuerdo a la participación del trabajador y de 3.6 veces salarios mínimos hacia abajo, hubiera una disminución que llegaba hasta el 20 por ciento menos, sobre todo en uno y dos salarios mínimos.
“Esta situación, causó inquietud entre el sector empresarial ya que además de los recursos antes mencionados, consideran que los incentivos no son los correctos frente al tema de la informalidad y la precarización del salario, ya que en las empresas formales el tope podría subir hasta 17 por ciento adicional, hecho que en un momento de bajo crecimiento económico, la aplicación de nuevos impuestos y la reducción de deducciones a las prestaciones laborales, tendría como consecuencia una reducción de salarios o incluso el fomento del mercado informal.
Gutiérrez Candiani reiteró que la propuesta del sector “es apoyar al Seguro Social, estamos totalmente comprometidos con la administración, sabemos que ha hecho un esfuerzo muy, pero muy importante de equilibrar las finanzas públicas, pero lo que hemos dicho nosotros es que es un tema con el mismo espíritu que es el IMSS, así debe de ser, el tema tripartita donde los esfuerzos tienen que ser de los tres, tanto del sindicato, como de los empresarios, como de la administración”, motivo por el cual han solicitado la instalación de una mesa incluyente en la que se pueda dar solución y viabilidad de futuro al Seguro Social.
Refrendó la importancia de cuantificar bien el impacto del Seguro de Desempleo, pues recordó:”Este tipo de programas han sido factores fundamentales para desequilibrar las finanzas de muchos países y los mejores ejemplos es Europa. Entonces hoy donde tenemos finanzas equilibradas, pero también traemos riesgos, ahorita tenemos poco crecimiento, las empresas están ahorita en un tema muy complicado donde sus márgenes son ya muy estrechos, un tema de estos que nos puede representar aumentos de los costos obrero-patronales o de cualquier otra índole, pues no están las condiciones para darlo.
“Finalmente, en lo referente a los pronósticos de crecimiento para la economía mexicana, el dirigente empresarial externó su confianza en que al cierre de 2014 se registre el 3.9 por ciento que estima la Secretaría de Hacienda, pero recordó que con base en los resultados de los dos primeros meses y el comportamiento de la economía internacional, el CCE decidió bajar su proyección al 3.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“Falta que fluya, sobre todo que baje el Gasto Público, sabemos que existen recursos, que están los programas en camino, pero al final todavía no tienen un impacto importante. Y el otro es que los estados y los municipios también actúen porque al final ahí están los cuellos de botella muy, muy fuertes”, concluyó.
Fuente: Radio Fórmula en línea, Inicio, 19-03-2014