Mensaje XXXII Asamblea CCE

c. Presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto.
Sres. Presidentes de las Mesas Directivas de la Cámara de Diputados y del Senado de la República;
Sr. Ministro y Representante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación;
Sr. Gobernador Constitucional de Aguascalientes y Presidente de la Confederación Nacional de Gobernadores;
Sr. Jefe de Gobierno del Distrito Federal;
Sres. Gobernadores de Oaxaca, Estado de México, Morelos, Sonora, Michoacán y Tabasco;
Sras. y Sres. Secretarios de Hacienda y Crédito Público; Economía; Trabajo y Previsión Social;Energía;Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano;Relaciones Exteriores;Comunicaciones y Transportes;Turismo; Salud; Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación;
Sr. Procurador General de la República;
Sras. y Sres. Presidentes de organismos autónomos, dependencias y órganos del Gabinete Ampliado y de la Federación; al Consejero Presidente del INE;
Sras. y Sres. Legisladores y presidentes de partidos políticos; Sres. Presidentes Municipales;
Sres. Cancilleres y Ministros de los países de la Alianza del Pacífico: Chile, Colombia y Perú;
Excelentísimos Embajadores y miembros del Cuerpo Diplomático que nos acompañan;
Amigos ex presidentes nacionales del Consejo Coordinador Empresarial y de los organismos del sector privado;
A los Presidentes de los organismos empresariales que integran al CCE. Todo mi afecto, reconocimiento y compromiso;
Amigos Presidentes de cámaras y asociaciones empresariales y profesionales;
Sres. Presidente del Congreso del Trabajo y líderes del sector sindical;
Sres. Dueños de medios de comunicación, líderes de opinión y periodistas;
Sras. y Sres. Representantes de organizaciones de la sociedad civil;
A mi familia, que me acompaña; en especial, Esme, Gerry, Vale; a mi Madre, hermanos y cuñados. A todos, muchas gracias por su afecto y cariño;
 
Amigos todos;
Apreciamos mucho su presencia en esta Asamblea Anual del Consejo Coordinador Empresarial, para atestiguar la ratificación de nuestro pacto con la nación y el compromiso con el gran legado de nuestros presidentes.
Ya son 38 años de trabajar con un cometido muy claro: defender los intereses legítimos de las empresas y sus trabajadores, y ser factor de equilibrios y unidad por México.
Saludamos a los ex presidentes del CCE, quienes nos han marcado la pauta a seguir. Gracias por las instituciones que edificaron, por el compromiso con su sector y por su ejemplo de vida.
Nuestra responsabilidad es mantener a esta herencia vigente, como fuerza de cohesión de los empresarios y motor de progreso para el país. Esta es nuestra razón de ser.
A los organismos integrantes del CCE, a las instancias de representación de la iniciativa privada, a los presidentes y líderes del sector: Reitero mi agradecimiento por el voto de confianza a mi persona y a esta institución.
El CCE es de todos y para todos los empresarios de México.
Esta es la premisa fundamental que guía nuestro accionar en la agenda nacional; y es la fuente de legitimidad y respaldo que nos permite interactuar, en una dinámica constructiva, con los otros sectores de la sociedad y los distintos poderes y órdenes de gobierno.
Lic. Enrique Peña Nieto: refrendamos, nuevamente, nuestro reconocimiento por la apertura y por la disposición para el diálogo y el trabajo conjunto, que hemos encontrado en su persona y en su gobierno.
Le pedimos que la buena comunicación y sinergia tengan continuidad, ante los retos que hay por delante, y le reiteramos que cuenta con nosotros como aliado seguro en el gran proyecto de mover a México.
No tengan dudas: Los empresarios creemos en el país y seguiremos invirtiendo para detonar todo su enorme potencial. Nos la jugamos por México al 100%.
Lo decimos con absoluta convicción. Somos un sector cada vez más plural, pero que coincide en una visión común de país, por una patria con seguridad, prosperidad y oportunidades para todos.
Con total responsabilidad y convicción, reconocemos y apoyamos la determinación del Presidente, para promover la modernización del país. Somos parte fundamental de este proceso de transformación.
Nosotros vamos hacia delante, por la renovación de la voluntad nacional. Seguiremos expresando puntualmente nuestras ideas, inquietudes y desacuerdos, pero asumimos y asumiremos como propios, –con responsabilidad compartida–, las estrategias y políticas públicas que apunten al bien común.
Seguiremos siendo, también, un agente facilitador de equilibrios económicos, políticos y sociales. Con la misma voluntad con la que en junio del 2012, promovimos un Pacto de Civilidad Democrática para las elecciones federales, suscrito por todos los candidatos.
Este es el espíritu de la Agenda del Sector Empresarial, que consensuamos ese mismo año, y de la Agenda por México, que firmamos con usted, Sr. Presidente, en junio del 2012, durante la fase de campañas electorales.
Sr. Presidente, Sres. Representantes de los Poderes de la Unión y de la sociedad civil; amigos empresarios: el trabajo conjunto en la Agenda por México ha dado como resultado un avance de más de 47%, con el cumplimiento de 31 de los 65 compromisos que firmamos en ocho ejes prioritarios.
Hemos participado en el logro de reformas de gran calado, que hasta hace poco parecían imposibles; cambios que los empresarios y la mayoría de los mexicanos hemos promovido desde hace décadas:
Reformas en materia laboral, educación, política-electoral, competencia económica, telecomunicaciones, financiera y, por supuesto, la energética, que será la gran detonadora del crecimiento nacional en los próximos años.
Aprovecho para hacer un reconocimiento a las comisiones de trabajo del CCE y a nuestro staff, por el esfuerzo y compromiso en todo este proceso. A la 62 Legislatura y a los partidos políticos, por un gran trabajo, cuyo resultado son las reformas que México necesita para progresar.
Desde luego, existen pendientes en leyes secundarias, y en adelante, la compleja y ardua tarea de implementación.
Hacemos un llamado respetuoso a los legisladores y a todas las fuerzas políticas, para completar estas reformas, en los periodos extraordinarios del mes de junio. Que no pase más tiempo; las necesidades del país no esperan. No podemos quedarnos a la mitad en el camino del progreso y las oportunidades.
Amigos todos: está claro lo que nos falta.
Hemos completado prácticamente la mitad de la Agenda por México, en menos de la tercera parte del plazo que nos propusimos.
Ahora, vamos juntos, con renovada determinación, por la consolidación del proceso reformador, complementándolo en dos grandes objetivos estratégicos, para afianzar un verdadero resurgir nacional.
Primero: implementar y apuntalar las condiciones necesarias para que las reformas funcionen, y así romper definitivamente, y lo antes posible, con la inercia del bajo crecimiento. Y segundo: legalidad y fortalecimiento institucional del Estado Mexicano, el gran pendiente.
En materia económica, es crucial acelerar el crecimiento, con la planta productiva trabajando a toda su capacidad. México, necesita mejores indicadores en el corto plazo.
Debemos evitar, que la insatisfacción o el desaliento afecten el enorme potencial que tenemos para crecer en el mediano y largo plazo.
Sr. Presidente: sumemos esfuerzos, y seamos más proactivos en una estrategia complementaria de reactivación, que inyecte dinamismo al mercado interno en lo inmediato, y nos ayude a llegar a los niveles de crecimiento sostenido que necesitamos, superiores al 5% anual.
Aprovechemos a fondo los espacios de interlocución y planeación que hemos creado en estos años entre el sector público y el privado, como el Consejo Consultivo Empresarial para el Crecimiento, el Comité Nacional de Productividad, y la Comisión Intersecretarial para la Prevención y Combate a la Economía Ilegal. Los grupos consultivos para el TPP y la Alianza del Pacífico, así como la Mesa de Gasto Público y el Convenio con el SAT.
En este último punto, hay compromisos realmente importantes, como el de la devolución expedita de saldos a favor a contribuyentes cumplidos; asimismo, para que las empresas no se vean sobrecargadas con múltiples procesos de auditoría, de diferentes instancias federales y locales, de forma simultánea.
En materia de gasto público, existen avances, pero hay que hacer un gran esfuerzo para hacerlo mucho más eficiente, ágil y transparente, a fin de estimular el crecimiento, complementando con áreas de oportunidad como compras de gobierno a las Pymes.
Con el antecedente del Convenio Conago-CCE, hacemos un llamado especial a los gobernadores, para que fijen agendas de fomento en temas transversales del desarrollo nacional, vinculadas a las estrategias del Gobierno Federal y del sector productivo mexicano.
No nos quedemos cortos, en la respuesta al momento que vive México.
Tenemos que construir, con sentido de oportunidad, acuerdos marco de política industrial y desarrollo regional.
Es indispensable, contar con una política de fomento sólida y compartida, para maximizar el alcance de las reformas, con el mayor valor agregado y contenido nacional posibles.
La conformación de consorcios de empresas regionales, que puedan integrarse a los contratos y crecer en la bonanza que generará la reforma energética, es una oportunidad irrepetible.
No podemos ser sólo observadores pasivos de un auge ajeno. El éxito pleno de la reforma depende, de que, construyamos una industria energética nacional competitiva. Es fundamental para potencializar el desarrollo regional y nacional.
El CCE propone conformar una Comisión de Seguimiento para la Implementación de la Reforma Energética, donde participen Gobierno, Empresas Productivas del Estado, reguladores y sector privado. La consigna: asegurar el cumplimiento, en tiempo y forma, de sus principios y objetivos.
Con igual diligencia, emprendamos una Campaña Nacional por el emprendimiento, el desarrollo y la multiplicación de las empresas; con metas precisas en cuanto a eficiencia regulatoria, formalización, productividad y que millones de Mipymes, tengan acceso competitivo al crédito.
Hay que frenar la introducción masiva de automóviles ilegales o irregulares, haciendo que se cumpla con las leyes y las necesidades medioambientales, y parando la corrupción que reproduce este fenómeno.
Necesitamos una política de productividad agropecuaria de vanguardia y una apuesta, en serio, por la innovación y la economía verde, con estímulos competitivos.
Para crecer más rápidamente, es fundamental fortalecer el compromiso con la infraestructura y la recuperación de la construcción y la vivienda. Generemos una nueva Ley de Obra Pública, acorde a las necesidades del país.
En el área internacional, la participación del sector privado en los acuerdos de la Alianza del Pacífico fue decisiva. Ahora tenemos el reto fundamental de la negociación del TPP.
A través del Grupo de Diálogo Empresarial México-Estados Unidos, y esfuerzos similares con las contrapartes canadienses, estamos decididos a fortalecer el comercio, e ir hacia una mayor integración productiva, para incrementar la competitividad regional en el marco del TLCAN.
Amigos todos: México necesita mantener una obsesión activa por el crecimiento económico; transformar lo que sea necesario y corregir todo aquello que no funcione.
En el sector empresarial hemos sostenido nuestro desacuerdo sobre varios aspectos del marco fiscal vigente, que consideramos no ayuda para conseguir un mayor dinamismo del mercado interno y la actividad productiva.
En este sentido, hacemos un llamado para que, respetando el Acuerdo de Estabilidad Fiscal recientemente dado a conocer por el Gobierno, trabajemos en un Comité para la Competitividad Fiscal, entre el Gobierno de la República, el Congreso de la Unión y el Sector Productivo.
El objetivo: unir esfuerzos, para impulsar una reforma hacendaria integral, que nos permita tener un régimen tributario y de gasto público más eficiente, equitativo y justo. Que promueva unas finanzas públicas realmente sólidas y sustentables, y que al mismo tiempo, sea un potente promotor de la inversión, el crecimiento, el empleo y la formalización económica.
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Es momento de hacer un compromiso firme, como nación, con el Estado de Derecho y la agenda de fortalecimiento institucional del Estado mexicano.
Reformar las leyes es indispensable, pero insuficiente. Hay que reformar la voluntad y la capacidad para cumplirlas.
Es fundamental que el progreso y la justicia no se vean menoscabados por la corrupción; truncados por la inseguridad; y frustrados por la delincuencia y la impunidad.
Hemos renovado la Constitución; ahora se trata de transformar la realidad nacional.
En este desafío, impulsamos una agenda con cinco ejes prioritarios: Estado de derecho, Seguridad, Justicia, Combate a la Corrupción y Gobernabilidad Democrática.
En materia de seguridad, vemos signos de esperanza, con zonas y ciudades que están superando la trágica situación que vivieron hasta hace poco.
Sin embargo, otras señales nos preocupan, en particular la incidencia de delitos como el secuestro, la extorsión y los robos a personas y empresas.
El sector privado tiene que ser más responsable y proactivo, como coadyuvante en el expediente más delicado del país.
Los mexicanos piden resultados contundentes y prontos.
El combate a la corrupción tiene que ser bandera del México nuevo. Resignarnos al mito de que es algo con lo que simplemente hay que aprender a vivir, es condenar a México al atraso.
Hay que pasar de los escándalos, a las sanciones; de una indignación nacional frente al abuso, al fraude y la impunidad, a una gran movilización por la renovación de la vida pública.
Este es el gran tema pendiente; prioridad estratégica de la sociedad, las empresas y el Estado. La corrupción debe abordarse como un asunto de seguridad nacional.
El sector privado propone un Compromiso Nacional de Cero Tolerancia a la Corrupción y la Impunidad, de todos y para todos los mexicanos.
El soporte será una Comisión Anti-Corrupción ciudadana y autónoma.
Que esta gran iniciativa presidencial y de la sociedad mexicana no quede congelada.
Presidente, Gobernadores, Sindicatos y Sociedad mexicana: ningún paso atrás por la educación de calidad para todos, ni excepciones injustificables en la implementación de la reforma educativa.
Seguiremos insistiendo: la formación de nuestros niños y jóvenes y su futuro, no pueden ser negociables, ni seguir siendo rehén de intereses políticos o sindicales
Reiteramos el llamado a un gran Pacto de los Mexicanos por la Educación, que dé respaldo social para superar los obstáculos y resistencias al cambio.
El fortalecimiento del Estado mexicano involucra, también, tener reguladores sólidos y profesionales, con los debidos pesos y contrapesos, así como consolidar una cultura y una arquitectura institucional sólida, de transparencia y rendición de cuentas.
Pasa por la reconfiguración del aparato de procuración e impartición de justicia, asegurando la implementación de la reforma penal en tiempo y forma.
En suma, implica consolidar la gobernabilidad democrática en Estado de derecho, como sistema y forma de convivencia social, con ciudadanos responsables y participativos como sus garantes.
La libertad de pensar, de elegir y de expresión, son los signos máximos de la democracia.
El fortalecimiento institucional del Estado Mexicano es una lucha de la nación, no sólo de un gobierno.
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Queridos amigos: Tenemos que edificar un país nuevo, desde una visión que contemple beneficios para todos, pero también responsabilidades concretas para cada mexicano.
Vivamos y construyamos el futuro, en función de nuestras necesidades, aspiraciones y potencialidades, y no de las limitaciones del momento.
El reto: pasar de ser un país que se reforma, a una nación renovada, con mejores condiciones de vida y desarrollo para todos.
Sumemos fuerzas en torno a lo que nos une, por encima de lo que nos divide.
El sector empresarial, está del lado de los mexicanos que creen y trabajan, por una auténtica renovación de la esperanza y la voluntad nacional.
Cerramos filas por la nación.
Movamos al paíscon las aspiraciones y principios humanistas que compartimos con millones de mexicanos: prosperidad y justicia para todos, participación ciudadana, solidaridad, subsidiariedad y libertad con responsabilidad.
México cuenta con sus empresarios, y sus empresarios con México.