Cambio climático: Milenio

A un par de semanas de la reunión COP21 en París hay que pensar si los líderes de los países en el mundo podrán presentar un frente unido ante un problema del mundo.
Milenio Diario, Mercados, pág. 1-8-9, Miles Johnson / Lucy Hornb / Ben Bland / Clive Cookson.
A finales de noviembre el mundo se reunirá en París en la Conferencia de Nacio­nes Unidas sobre el Cambio Climático 2015 que debe desembocar en un nuevo acuerdo internacional sobre el clima aplicable a todos los países, con el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados.
En un reporte especial realizado por el Finan­cial Times se publicó un artículo de opinión del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en el que hace un llamado a aprovechar la reunión en Dubai, previa a París, para sentar las bases que permitan un mayor éxito en París. John Kerry, no solo en su artículo de FT ha hecho este llamado, en la Expo Milán, un evento organizado para mostrar innovación e ideas econó­micas, dijo que “Necesitamos a cada país en la misma sintonía, todos empujando por un acuer­do ambicioso, durable e inclusivo que finalmen­te nos ponga en el camino hacia un futuro ener­gético limpio a nivel mundial” John Kerry en la Expo Milán, que se organiza para mostrar inno­vación e ideas económicas.
“Un acuerdo fuerte en París transformaría la economía global de energía y ayudaría a mitigar los efectos del cambio climático. Este éxito refle­jaría un nuevo nivel de colaboración: líderes de gobiernos de cada región, trabajando de forma constructiva y de la mano del sector privado y la sociedad civil para abordar un enorme reto que nadie podría resolver solo”, escribe Kerry en su artículo en el FT.
En el contexto de buscar la sustentabilidad empresas en el mundo han establecido planes de ahorro de energía por medio de paneles solares, de creación de energía por medio de parques eólicos. Unos más exitosos que otros.

Ikea dice adiós a Hanergy

La empresa de energía solar perdió el contrato de distribución de sus paneles para uso domés­tico en Europa.
Ikea, el minorista sueco, terminará su acuerdo para energía solar residencial con Hanergy Thin Film (HTF), una empresa de energía solar a la que investiga el regulador de la bolsa de valores de Hong Kong, y encaminó a los clientes que compraron los paneles a contactar a servicio al cliente de Hanergy en el Reino Unido.
La medida es un golpe para HTF, que llegó a tener un valor de casi 40 mil mdd antes de que se desplomara su valor en medio de la preocupación sobre su contabilidad y confiabi­lidad en las ventas de partes relacionadas. La compañía previamente señaló su acuerdo con Ikea como evidencia de que sus paneles se vendían a clientes externos.
Las acciones de HTF quedaron suspendidas para su operación desde mayo, ya que la Comisión de Valores y Futuros investiga a la compañía. Hasta este año fue la empresa de energía solar que cotiza en bolsa más valiosa del mundo, y su socio mayoritario, el empresario Li Hejun en teoría fue el multimillonario más rico de China.
HTF declaró una pérdida para el primer semestre del año, después de decir que lograría una utilidad, y anunció sus planes de recortar 2 mil puestos de trabajo en su sede y oficinas regionales. La compañía culpó de la pérdida a la cancelación de contratos de ventas entre la matriz y la división que cotiza en bolsa.
Ikea en sí no utiliza los paneles solares de HTF, dijo una fuente de la industria. Estos paneles se vendían en cabinas independientes que se armaron en las tiendas, en una relación con una distancia prudente.
En marzo, HTF anunció que las ventas para su año fiscal 2014 se triplicó y que las utilidades netas fueron de 427 mdd. Más de la mitad de las ventas fueron para su empresa matriz, Hanergy Group cuyo dueño es Li, y sólo una pequeña parte de las utilidades llegaron por las ventas a clientes a través del canal de Ikea.

La madreselva que ayuda a la industria solar china

Lanzan empresas agrícolas integradas con planes de cultivar desde hongos hasta alimento para ganado, a la sombra de las celdas solares.
Este año China superará a Alemania para convertirse en el país con mayor instalación de paneles solares, pero mientras las compañías batallan cada vez más para asegurar que los enormes bancos de tierra que necesitan para las granjas solares, recurren a una solución inno­vadora: cultivar desde plantas hasta cangrejos debajo de las celdas de energía solar.
Esto les ayuda a evitar las restricciones del gobierno sobre la conversión de la tierra agrícola, ganan apoyo de los agricultores locales y generan una fuente adicional de ingresos. “Tiene sentido ya que la energía solar se puede incorporar en la tierra agrícola de una manera muy eficaz sin ser invasiva”, dice Charles Yonts, analista de energía de la correduría CLSA en Hong Kong.
En la planta eléctrica de Xicun en la provincia de Yunnan, CLP que cotiza en la bolsa de valores de Hong Kong se asoció con los agricultores locales para sembrar madreselva debajo de las celdas solares que se ubican en las colinas en esta región montañosa.
A medida que se duplica la capacidad de la planta de Xicun a 100 megavatios, suficiente para abastecer de energía a miles de hogares en la ciudad de Dali, CLP también trabaja en un proyecto similar en el que cultivará cangrejos de Shanghai en estanques bajo sus paneles solares.
“Las plantas solares requieren de un área enor­me y uno de los retos más difíciles es obtener tierra cerca de los centros de población más gran­des”, dice Roger Yang, director de la compañía para nueva energía en China. “La integración de la producción de alimentos nos ayuda a convencer a los agricultores para que nos arrienden la tierra a un precio razonable y lograr el apoyo del gobierno local”.
El grupo de investigación de mercados IHS predice que China agregará un récord de 17.3 gigavatios de paneles solares este año, ligera­mente menos que la capacidad total instalada de Italia, el quinto mayor generador de energía solar del mundo.
Mientras CLP, que parcialmente es propiedad y preside el multimillonario de Hong Kong, Mi­chael Kadoorie, tiene una gran experiencia en la construcción de plantas de energía convenciona­les y renovables en todo Asia, muchas de las otras empresas chinas que se expanden a la energía solar tienen un historial menos impresionante.
Nuevos participantes incluyen a Evergrande, un desarrollador inmobiliario; China Oceanwide, un grupo financiero; y Huiyuan, el mayor fabri­cante privado de jugos en China.
Como en la mayoría de los países, las plantas solares en China sólo pueden obtener utilidades gracias a los subsidios del gobierno, pero en la actualidad les puede tomar un año o más a las nuevas plantas obtener las aprobaciones necesa­rias antes de recibir los primeros pagos.
Frank Xie, analista de energía solar de IHS en Shanghai, dice que las empresas que cuentan con un sólido respaldo financiero o las internacionales pueden manejar el retraso de los subsidios, pero algunas compañías más débiles sufrirán para lograr completar sus proyectos, especialmente si se tiene en cuenta la desaceleración general.
Yonts de CLSA dice que a pesar de los posibles problemas financieros en el corto plazo, la enorme inversión en energía solar de China va a transfor­mar la industria de manera global al reducir los costos, que actualmente son 60% más altos que la energía que se genera por carbón.

La industria de la energía renovable se transforma

En Moosham, Alemania, el proyecto “Energy Neighbor” ya tiene a más de la mitad de las casas con paneles solares.
Cerca de la mitad de las 50 casas en la loca­lidad rural de Moosham en Baviera tiene un panel solar en el techo. Al igual que en otras comunidades en el cinturón fotovoltaico del sur de Alemania, cuando brilla el sol los paneles fotovoltaicos generan más energía de la que se puede consumir localmente.
De hecho, el transformador de la red local en Moosham, que maneja el desequilibrio entre la generación fotovoltaica intermitente y la fluctuación de la demanda de electricidad, opera a su límite.
Moosham es un ejemplo de un problema global a medida que el mundo trata de aprove­char al máximo las fuentes de energía renovable: cómo convertir la producción intermitente de los generadores solares y eólicos que a menudo son impredecibles en una fuente confiable y asequible para los consumidores.
Moosham es un banco de pruebas para el almacenamiento de energía basado en la comunidad. Su proyecto “Energy Neighbor”, que desarrolla el programa EEBatt de la Univer­sidad Tecnológica de Munich en colaboración con el fabricante de baterías, Varta, y el finan­ciamiento del gobierno de Baviera, está a punto de entrar en línea.
La investigación de Frost & Sullivan valora el mercado global para el almacenamiento a nivel de servicios públicos conectados a la red en 460 millones de dólares en 2014 y estima que alcan­zará 8 mil 300 millones de dólares en 2014. “El almacenamiento en baterías tiene la capacidad de importar la flexibilidad a la red en una varie­dad de aplicaciones”, dice Ross Bruton, analista de Frost & Sullivan.
Australia va a ser uno de los mayores mercados para el almacenamiento en baterías, de acuerdo con Climate Council, una organización indepen­diente sin fines de lucro, debido a su alto costo de electricidad y al gran número de hogares que instalan paneles solares. Espera que la mitad de todos los hogares australianos adopten sistemas fotovoltaicos con almacenamiento en baterías, sobre la base de sistemas de batería con un costo de 10 mil dólares australianos cada uno, con una amortización a 10 años. Eso puede tener como resultado que el mercado crezca eventualmente a 24 mil mdd australianos, dice Climate Council.
Sara Bell, presidenta ejecutiva de Tempus Energy, dice que hay muchas posibilidades para usar el “almacenamiento térmico” de esta manera tanto en la calefacción como en el enfriamiento, dice Bell: “Al principio es sen­sato hacer los cambios más renta­bles al administrar la demanda y después pasar al almacenamiento en las baterías”.
Fuente: Milenio