El Economista, Primera, pág. 5, Karol García.
En el nuevo esquema eléctrico, el suministrador del servicio básico subastará en reversa para satisfacer el crecimiento de la demanda nacional, compitiendo de alguna manera por la adquisición de energía con el resto de los proyectos del mercado mayorista. Sin embargo, los oferentes que deseen llegar al gobierno requieren de garantías sobre los proyectos para obtener financiamientos, ya que son grandes inversiones, lo que por lo pronto sigue haciendo más atractivo invertir en vender en el mercado que hacerlo para llegar al suministrador básico, reconocieron representantes de la industria de generación eléctrica en México.
Si bien la presentación de las subastas a largo plazo de potencia y energía y la publicación de disposiciones para el mercado de certificados de energías limpias (CEL) otorga cierta certidumbre y claridad sobre cómo funcionará el nuevo esquema, no se vislumbra cómo podrán otorgar garantías sobre proyectos no existentes a los bancos todavía.
“Es un avance enorme, ya existe mucha más claridad y no ha sido un proceso del que nos enteremos recientemente, sino que ha sido participativo, como ya lo han mencionado, pero no, nada tiene que ver todavía con poder hacer bancables los proyectos”, dijo Adrián Escofet, presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (Amdee). El empresario detalló a El Economista que los proyectos eólicos que arrancarán en los próximos años serán capaces de satisfacer hasta la mitad de requerimientos de CEL para el resto de la industria que produce con fósiles, lo cual es un gran incentivo para mantener las metas de crecimiento de esta tecnología en México.
Esta participación no se verá en los primeros años, ya que habrá proyectos de otras tecnologías que participarán activamente, los solares, dijo, pero “sin duda, los eólicos emitirán cerca de 50% de los CEL, como ocurre en el mundo, una excelente noticia”, aseguró.
Fuente: El Economista