La Jornada, Mundo, pág. 26, Afp.
Representantes de los 195 países que participan aquí en la 21 Conferencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre Cambio Climático (COP21), entraron de lleno este martes a la negociación de un acuerdo de lucha contra el cambio climático, con un borrador plagado de obstáculos y forcejeos entre países ricos y naciones en desarrollo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró la amenaza global del cambio climático un “imperativo” para la economía y la seguridad que se debe “afrontar ahora”. De no hacerlo, “tendremos que dedicar cada vez mayores recursos económicos y militares para adaptarnos a las condiciones de un planeta que cambia”.
Obama reconoció que el informe de la ONU señala que los planes de acción nacionales presentados voluntariamente por cada país, sólo alcanzan para limitar el aumento de la temperatura terrestre a 2.7 grados centígrados respecto de la era preindustrial.
El gobierno francés dará 2 mil millones de euros al desarrollo de energías renovables en África de aquí a 2020 y Alemania 3 mil millones de euros hasta 2020 a países en desarrollo; 183 países han anunciado planes para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del aumento de la temperatura del planeta, sin embargo, naciones como Nicaragua y Venezuela aún rechazan unirse.
Nicaragua considera que la culpa es de los países desarrollados y las cuotas deberían establecerse de acuerdo a la responsabilidad histórica de cada país.
Venezuela, Bolivia, Argentina, El Salvador e India comparten este punto de vista.
El Programa Mundial de Alimentos advirtió que si no se pone un freno contundente al calentamiento global, algunas regiones del mundo se verán expuestas a la creciente falta de alimentos, mientras representantes de grupos indígenas del Amazonas pidieron este martes la creación de un fondo de ayuda para la protección de los bosques de la zona.
Fuente: La Jornada