Aplazar mercado de CEL, voto de desconfianza: ANES: El Economista

El Economista, Empresas y Negocios, pág. pp-24, Karol García.
La aprobación de la Ley de Transición Energética (LTE) con las reservas para aplazar la entrada en vigor del mercado de certificados de energía limpia (CEL) se quedó corta, ya que en lugar de dar certidumbre en el tema, abre una doble transición: hacia las metas ya establecidas en materia de generación con energía limpia, y rumbo al avance hacia los incentivos para conseguirlas, consideró la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES).
Y es que a la metas acordadas de generar 35% de la energía del país con fuentes limpias al 2024 y de que los generadores fósiles cuenten con la obligación de contar con un mínimo de 5% de su generación con fuentes limpias, mediante la compra de CEL a los productores renovables a partir del 2018, se sumó una transición de cuatro años hacia la consolidación del mercado de CEL, con base en la desconfianza que la industria siente hacia la madurez de las tecnologías renovables en el país, dijo Sergio Arnaud, director ejecutivo de la ANES, a El Economista.
“Volver a marcar las vigencias fue desconfiar de que las renovables, como la eólica y la solar, darán el ancho”, dijo, “aun así, es un avance significativo y nos queda esperar a que el tiempo dé la razón. Con lo aprobado se complica el panorama para conseguir financiamientos, pero nos lleva a apretar el paso en el crecimiento de la generación eólica y solar, por otros medios”.

Impactará competitividad: industria

Luego del regreso de la LTE a la Cámara de Diputados para su corrección y promulgación, los principales grupos empresariales del país aglutinados en la Concamin, Canacero, Canacintra, ANIQ y Camimex solicitaron que se transparenten los costos que esta iniciativa traerá, ya que la industria considera que se pone en riesgo la competitividad de México, al establecer metas por encima de los competidores comerciales del país.
“Con esta ley estimamos un considerable impacto en el costo de la energía eléctrica en los próximos años, que tendrá que ser pagado no sólo por la industria nacional, sino también por todos los mexicanos”; de igual forma, aseguraron en una misiva conjunta, “medidas como ésta no resuelven el problema del cambio climático a nivel global y sí afectan la competitividad y el crecimiento del país”.
Aunque en el mundo industrial energías como la solar y eólica se encuentran en una fase más madura, y por tanto consiguen financiamientos a largo plazo, en México es difícil anclar los proyectos, reconoció el representante de la ANES, por lo que acelerar la entrada en vigor de los CEL constituía una ruta para financiar la transición sin subsidios gubernamentales y mediante ingresos a través de la industria, iniciativa que se logró, aunque en un mayor plazo.
Fuente: El Economista