La Jornada, Opinión, pág. 20, Iván Restrepo
El complejo hotelero-turístico sería imponente, modernísimo, al pie de las olas del mar y en una de las playas privilegiadas y mejor conservadas de la provincia de Almería, en España: el Algarróbico. Para levantarlo, las instancias oficiales dieron los permisos requeridos y las obras comenzaron en 2003. Pero el terreno para construir la gigantesca mole de cemento es parte del parque natural Cabo Gata-Níjar. Y además, invadía la franja litoral de 100 metros tierra adentro desde donde rompen las olas y que oficialmente no es área urbanizable. Tres años después, y cuando el hotel estaba casi terminado, lo clausuraron debido a éstas y otras irregularidades. Además, se puso en duda quién era el propietario legal del terreno. En esa clausura jugaron un papel importante organizaciones defensoras del ambiente y los recursos naturales y el gobierno de Andalucía.
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Fuente:La Jornada