El Financiero, Suplemento, pág. 24, Lorenza González Meria
Durante la pasada COP-21, México asumió ambiciosos compromisos para la reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) con metas no condicionadas de – 25% al 2030. Hasta el momento, las acciones se han centrado en una mayor regulación de la producción (leyes, reglamentos y normas), representando 24% de las emisiones, y poco en el consumo y deforestación, responsable de casi el 70% de GEI.
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