El Economista, Empresas y Negocios, pág. 23, Karol García.
El año pasado, una inversión de 4,000 millones de dólares no pudo llegar al sector energético nacional mediante asociaciones proyectadas entre empresas globales y firmas con operaciones en el país, ya que las segundas sencillamente no cumplieron con los códigos de ética y combate a la corrupción de las trasnacionales, además de que en muchos casos no pudieron justificar el origen de sus ingresos o presentaron inconsistencias entre sus ganancias y egresos financieros.
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