El Economista, Urbes y Estados, pág. 34, Pablo del Arco Fernández.
Con un origen fuertemente apegado a los valores de sus fundadores, la empresa familiar suele mantener un en foque de la contribución a su entorno centrado en la filantropía y la Inversión social. Bajo el mismo, la compañía destina recursos financieros o materiales a sectores desfavorecidos por diferentes factores así como a sus propios grupos de Interés, generalmente a las comunidades aledañas a sus operaciones, de donde proceden sus colaboradores. Como vemos, se trata de una apuesta social apegada a necesidades estructurales y con una mirada paternalista.
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