La Jornada, Política, pág. 24, Angélica Enciso L.
Como parte de acuerdos ya logrados en el contexto de las negociaciones internacionales de cambio climático, en marzo en México se pondría en marcha el mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD), con la participación de comunidades y ejidos que son dueños de 80 por ciento de las selvas y bosques.
La Alianza México REDD+ informó que esto se dará luego de que concluya la consulta que se hace a comunidades indígenas y que sus propuestas sean incorporadas a la estrategia nacional; la Comisión Nacional Forestal considera que en marzo todo el proceso habrá concluido.
El objetivo del mecanismo REDD+ es mitigar o aminorar la emisión de gases de efecto invernadero provenientes de la madera o biomasa de los bosques para alcanzar tasa de cero por ciento de pérdida de carbono en los ecosistemas forestales de países como México.
Explicó que en la visión de México para el mecanismo REDD+ se propone que haya colaboración entre los sectores agropecuario y forestal para impulsar una perspectiva de manejo integrado del territorio. No se ven los sectores por separado; se busca integrar la ganadería, la agricultura y el bosque, con enfoque territorial, y trabajar desde los saberes y formas de organización comunitaria, dijo Raúl Benet, de Rainforest Alliance/Alianza Mexico REDD+, durante el seminario para periodistas Agenda de México sobre mecanismo REDD+ rumbo a la COP21.
Explicó que más de 80 por ciento de bosques y selvas está en manos de ejidos y comunidades, lo cual da gobernanza en el territorio y representación con asambleas comunales y ejidales. Esto garantiza que no se pase por encima de los saberes tradicionales de las comunidades, agregó.
En diferentes exposiciones la alianza recordó que en la pasada conferencia de las partes, celebrada en Lima en 2014, se planteó la necesidad de buscar fondos concurrentes en cada país para lograr las metas del mecanismo.
La Alianza México REDD+ apoya la conservación por medio del aumento y manejo sostenible de los acervos de carbono en los bosques, ya que al protegerlos se ayuda a garantizar la preservación de la biodiversidad y el bienestar de las comunidades que viven en ellos, informó. Trabaja en el estado de México, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Michoacán, Oaxaca, Quintana Roo y Yucatán.
Fuente: La Jornada