La Jornada, Economía, pág. 31, Andrea Becerril / Víctor Ballinas.
El Senado de la República aprobó ayer la Ley de Transición Energética, con cambios de última hora en beneficio de los empresarios.
Los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) hicieron fuertes reclamos al presidente de la Comisión de Energía, David Penchyna, quien reconoció en tribuna haberse reunido en privado con cabilderos y dirigentes de la cúpula empresarial para discutir esa reforma.
Se trata de una minuta que estuvo detenida casi un año en el Senado y ayer se votó con la reducción de obligaciones para las empresas, entre las que se encuentran los consorcios extranjeros, que a partir de enero participarán en la generación y explotación de electricidad.
Esas compañías contarán con un plazo hasta de cuatro años para adquirir certificados de energías limpias, mecanismo por cual se les obliga a cumplir las normas de protección al medio ambiente.
Otra modificación de última hora fue cambiar el nombre energías renovables por energías limpias, a fin de que puedan entrar las empresas que utilizan gas natural, como es el caso de la industria del acero, una de las que más presionaron.
En tribuna, Dolores Padierna y Manuel Bartlett coincidieron en que es una ley para proteger negocios, no el medio ambiente, y advirtieron que los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) cedieron ante los cabildeos y apremios del capital, que todavía un día antes se apersonaron en el Senado para presionar.
La senadora Padierna cuestionó a Penchyna, quien planteó modificaciones adicionales. Dijo que un día antes en la discusión ante comisiones se modificó la minuta, donde los diputados establecieron que los CEL’s, el único mecanismo que tendrá el Estado para obligar a los industriales a utilizar energías limpias, se debía aplicar de inmediato.
Sin embargo, en la reunión de un día antes se fijó un plazo de dos años y ayer había modificado el dictamen para que quedara en cuatro años. Luego, tras haberse votado en lo general, Penchina presentó una reserva para que se vaya a 2021. Desde 1990 hasta 2014 la calidad del medio ambiente sólo ha mejorado uno por ciento. Si continuamos con estas normas nos vamos a ir hasta el otro siglo, recalcó Padierna, y exigió explicación puntual a Penchyna.
Pero el senador evadió el fondo de la cuestión y respondió con un reclamo a los legisladores de izquierda, a los que acusó de no haber acudido a la reunión del lunes pasado, cuando se aprobó el dictamen. Les pagan por no trabajar, sostuvo.
La legisladora perredista regresó a tribuna y le dijo que quien no cumple con su tarea es él, que en más de un año no llamó a reunión de comisiones.
Fuente: La Jornada