Reforma, Primera, pág. 6, Evelyn Cervantes.
La industria privada hace una interpretación errónea al considerar que México perderá competitividad si apuesta a las energías renovables a través de la Ley de Transición Energética (LTE), coincidieron ayer expertos del sector medioambiental.
Exhortaron a la Cámara de Diputados a aprobar la iniciativa en los términos en que la regresaron senadores, quienes añadieron un artículo transitorio para flexibilizar las obligaciones para comprar certificados de energía limpia.
José Ramón Ardavín, director de la Comisión de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (Céspedes), expuso que un estudio realizado con una consultora independiente muestra que las energías limpias comienzan a ser competitivas respecto a los ciclos combinados de gas natural.
La apertura a las energías renovables, dijo, competirá en el mercado y calcula que entre 2015 y 2029 generará 180 mil empleos directos, atraerá inversiones hasta por 75 mil millones de dólares y aportará 45 mil millones de dólares al PIB.
“Con este artículo transitorio que aprobó el Senado se reduce el riesgo de que se afecte la competitividad. El impacto puede venir si México no diversifica su matriz energética y no aprovecha los recursos naturales que tiene para generar energía con fuentes renovables”, expuso Ardavín.
Gustavo Ampugnani, coordinador de la campana Mega-Ciudades de Greenpeace, dijo que es una lectura equivocada afirmar que el País adopta compromisos de reducción de emisiones muy por encima de sus principales competidores.
“Parece que aún se está viviendo cuando el petróleo era la panacea Las grandes economías están transitando hacia el aprovechamiento de las energías renovables”, indicó.
Fuente: Reforma