El Economista, Primera, pág. pp-4-5, Luis Miguel González / Paulina Gómez
“El INEGI no es un monopolio en la producción de información estadística de calidad y eso tiene su lado bueno”, dice Eduardo Sojo Garza-Aldape, “si fuéramos un monopolio natural, estaríamos dormidos en nuestros laureles. No ha sido así, la competencia nos ha obligado a movernos más rápido, porque si no lo hacemos, la discusión se hará con otras cifras, que no serán las nuestras”.
“Nos empezó a pasar con el PIB. El debate no podía esperar las cifras del Inegi y los analistas empezaron a utilizar cálculos y proyecciones no oficiales. Tuvimos que responder. Bajamos el tiempo de publicación de nuestras cifras, de 52 a 30 días”, añade.
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Fuente: El Economista